29.8.08

Atontada

Llevo unos días perdida, algo enferma y con una enfermera de primera. Ahí andamos mi Sonrisa y yo, queriéndonos a morir y todo el día pegadas. Es curioso, después de unas semanas de dudas, ahora no me puedo separar de ella ni un instante. Estoy preparando regalitos para ella porque pronto es su cumpleaños y quiero que sea muy especial. Y en ello estoy, pensando y pensando, si tenéis alguna sugerencia me encantaría leerla.
No sé qué me pasa, cada día que pasa veo a mi niña más guapa, más especial y única. Puñetero amor, me tiene atontada...

20.8.08

Drama cósmico


Le reveil - Christian Coigny

Ayer dormí con ella, nos abrazamos por la noche y he despertado viéndola. Cada vez que tenemos esa oportunidad, nos achuchamos en la oscuridad como dos niñas mimosas. Curiosamente, también discutimos mucho más en esos escasos días. Anoche fue por otra tontería, pero bueno, hacia tiempo que no nos peleábamos, como que iba tocando.
Sonrisa es tierna y buena, también tiene grandes defectos, no aguanta las discusiones y rompe a llorar cada vez que nos pasa. Yo reconozco que meto mucha caña pero no le tengo miedo a las palabras y mucho menos a las verdades.
Anoche volvíamos de estar de fiesta y, a las seis de la mañana, las calles estaban desiertas. Por primera vez nos podíamos coger de la mano sin miedo, como una pareja más que quiere tocarse. Cada vez que Sonrisa me saca el tema me entra un escalofrío: A mí no me importaría contarlo; Podíamos decírselo a nuestros amigos... Yo callo y ella acoge mi silencio. Aún no es el momento me repito a mí misma y oigo a una vocecilla dentro de mi cabeza que me dice, ¿cuándo?
Hace unos días hablaba con una amiga de Sonrisa por messenger. Ella es lesbiana y no tiene ningún problema en reconocerlo. Me encantaba su naturalidad y ese olor a verdad que desprenden las personas sinceras. Yo me he convertido en una mentirosa que se engaña hasta a sí misma.
Para colmo de males, la intimidad. Es tabú hablar del sexo entre las mujeres. Yo lo destaparé sin tapujos. Al principio todo era explosivo, diferente, claro está, pero sin temor a comparaciones. Sin embargo, cada vez siento que decae, que Sonrisa me adora pero no me desea, que se ha acostumbrado a mi cuerpo con sus defectos y la pasión se evapora para dejar paso a un cariño que a mí me asfixia. Yo la deseo, la recorro con anhelo cada vez que la desnudo y ella, siento que me besa a veces porque yo quiero que lo haga. Y ayer se lo dije y fue un drama cósmico. ¿Tan horrible es que te diga que a veces echo de menos un poquito más de pasión cuando me tocas?
Aunque no puedo vivir sin ella, sé reconocer qué es lo que echo de menos en esta relación. Joder, cómo es todo de complicado...

14.8.08

Rozando el abismo



Hace tres días Sonrisa y yo tuvimos la crisis más fuerte de toda la relación. Todo fue provocado por mí. Llevaba una semana incomunicada, aislada, metida en mi propio mundo, viviendo para mi familia, el trabajo y para mí, sin tener contacto con mis amigos ni con ella. Sonrisa me reclamaba, me llamaba, me decía sus Te quiero con la misma dulzura de siempre y yo, cada vez que hablábamos por teléfono, acababa discutiendo con ella; por cualquier detalle insignificante hacia una gran montaña y soltaba una extensa parrafada sobre lo poco que me conocía y lo infantil de su comportamiento. No podía evitar sentirme culpable cada vez que ella me pedía amor y yo huía sin remedio. Pensé que esta historia estaba en declive y que no merecía la pena continuarla.

Entonces después de tantos días la vi de nuevo. Ella se acercó, intentó besarme y colmarme de mimos pero yo, con toda la delicadeza que podía, cambiaba de tema y la evitaba. Al final del día ella ya no podía más y rompió a llorar diciéndome que ya no la quería. Imaginadme, mi cabeza pensaba que era cierto, que mis sentimientos habían evolucionado hacia el cariño de amiga que una vez fui pero, verla sufriendo, diciéndome que no podría querer nunca como a mí y que no quería que nos separáramos pero que se le rompería el alma al imaginarme con otra persona...me trastornó. La abracé, la besé y le dije que pasase lo que pasase, ella seguiría siendo fundamental en mi vida. Y fue en el instante que se marchó cuando el corazón me tembló y la eché de menos con cada fibra de mi ser.

Ahora, de la distancia a la pesadez, la llamo, la necesito todo el tiempo y ella se ríe y me consiente, porque ella es así de buena, se le olvida todo y tiene alma de niña aunque sea toda una mujer.

¿Por qué me pasó esto?, ¿a qué tengo tanto miedo? A ella no le puedo confesar que fantaseo miles de veces con estar de nuevo con un hombre, no tener que ocultarme, besarle en público sin ningún tipo de temor...A ella le da igual esto, sabe muy bien que los hombres no le interesan y, ni siquiera las mujeres, para ella sólo existo yo.

Maldita sea, malditas hormonas...no sería capaz de ser infiel pero muy a menudo siento una angustia que me mata. Porque creo, que el principal problema de esto no es que no quiera a mi Sonrisa con todas mis fuerzas, sino que soy demasiado cobarde para enfrentarme a todo el mundo por este amor.

13.8.08

Una desquiciada presentación


Cómo empiezo...Dicen que los comienzos son importantes, así que habrá que hacerlo bien.
Desde hace mucho tiempo busco mi sitio. Supongo que eso, en gran parte, hacemos todos. Buscamos un futuro, una profesión, un lugar donde asentarnos, gente con la que rodearnos y proyectos que nos animan a soñar o, al menos, nos mantienen vivos.
Soy muy normal dentro de la anormalidad en que vivimos. Estudio y trabajo, me gusta la lectura desde que era una enana y mi gran sueño de toda la vida ha sido escribir. Tengo mucha suerte, mi familia es normal, con sus rarezas...mi madre es una fanática de las manualidades, mi padre del sofá y la tele, los dos con buen corazón y paciencia conmigo. Mi hermana es algo neurótica pero a pesar de su genio, buena gente. Mi grupo de amigos es peculiar, os lo describiré más adelante cuando tengamos más confianza. En fin, una vida de lo más común...hasta que llegó ella.
Un buen día pasó algo que yo no esperaba para nada, me enrrollé con una amiga y me enamoré locamente de ella. Quitando el asunto de que yo era heterosexual y todo eso que creía ser, desde ese momento llevo una doble vida. Sí, puede parecer peliculero y hasta de risa, pero es así.
Mi querida Sonrisa y yo llevamos un año ocultas, como si fuéramos bichos raros o algo así. ¿Por qué? Pues por mí, porque no me atrevo a contar todo esto que me pasa. ¿Por qué? Aún estoy intentando saberlo...es curioso como la primera que no se comprende soy yo misma, soy una incomprendida para mí misma.
Y una mentirosa, porque mira que miento y cuento patrañas. Ya no sé qué es verdad y qué es mentira; estoy confusa con mis propios sentimientos y ha llegado un punto en que no sé qué hacer. Poquito a poquito me he ido inflando como un globo que ahora es gigante y va a reventar de un segundo a otro.
Por eso busqué un rinconcito aquí, acogida en el anonimato y buscando algo de comprensión en el prójimo.
Supongo que es un principio raro, porque he empezado por el final, pero así son las cosas, siempre te sale lo que no quieres o no esperas. Que me lo digan a mí...
Bueno, bienvenid@s a esta caótica incomprensión, ojalá me acompañéis durante muchos posts y pueda disfrutar de vuestras palabras.
¡Hasta pronto!